Jenny trabaja para una galería de arte de Manhattan, donde prepara una exposición de la obra de Erich Krueger. Hay, en particular, el cautivador retrato de una hermosa mujer que le resulta extrañamente familiar. Tras un breve noviazgo, Erich se casa con Jenny y se la lleva a su mansión de Minnesota, donde Jenny se siente como la princesa de un cuento de hadas, a pesar del frío y austero paisaje… y los rumores de que algo terrible sucedió en esa señorial casa. La felicidad de Jenny se verá alterada muy pronto por una serie de incidentes que amenazarán su matrimonio, su familia y hasta su propia vida.