Notas sobre literatura

Destinada a ver lo iluminado, no la luz

Goethe, Pandora

Por eso el ensayo es más dialéctico que la dialéctica cuando ésta se presenta a sí misma

La actualidad del ensayo es la de lo anacrónico. El momento le es más desfavorable que nunca.

El ensayo refleja esta antinomia. Igual que absorbe conceptos y experiencias de fuera, también teorías

Escribe ensayísticamente quien redacta experimentando, quien vuelve y revuelve, interroga, palpa, examina, penetra en su objeto con la reflexión, quien lo aborda desde diferentes lados, y reúne en su mirada espiritual lo que ve y traduce en palabras lo que el objeto permite ver bajo las condiciones creadas en la escritura

El ensayo tiene que lograr que en un rasgo parcial escogido o hallado brille la totalidad, sin que ésta se afirme como presente. Corrige lo casual y aislado de

El ensayo desafía amablemente al ideal de la clara et distincta perceptio y de la certeza libre de dudas

El ensayo, en cambio, la escoge como modelo sin, en cuanto forma refleja, simplemente imitarla; la mediatiza con su propia organización conceptual; procede, por así decir, de una manera metódicamente ametódica

El ensayo es tan escéptico con respecto a esto como a su definición. Arrostra sin apología la objeción de que uno no sabe fuera de toda duda qué ha de representarse bajo los conceptos

El ensayo parte de estos significados y, siendo ellos mismos lenguaje, los hace avanzar; querría ayudar a éste en su relación con los conceptos, tomarlos reflexivamente tal como son ya inconscientemente nombrados en el lenguaje