No esperaba encontrar a su alma gemela en aquel lugar tan remoto.
Tras ser falsamente acusada de traicionar el juramento de confidencialidad abogado-cliente, la principal prioridad de Natalie Lofton era limpiar su reputación y recuperar su vida. Eso no incluía adoptar a un irresistible chucho abandonado ni enamorarse del apuesto encargado de mantenimiento que había ido a arreglar una tubería a su refugio en las montañas.
Pero Casey Walker no era un “manitas” cualquiera. El apuesto texano también tenía sus razones para recluirse en las montañas Smoky. Allí encontró a una abogada, como él, que empezó a despertar sus más tiernos sentimientos.