Siempre fue la chica buena…
Durante años, Rose Clancy había soñado con Lucas King, el mejor amigo de su hermano, pero para ella era territorio vedado. Así que Rose supo mantener las distancias hasta que la casualidad hizo que Lucas la contratara para impartirle clases de cocina privadas y nocturnas… y la pasión que existía entre ambos no tardó en prender.
Lucas era un hombre adinerado, poderoso y autoritario que conducía su vida tal y como dirigía su empresa y Rose sabía que el interés que mostraba por ella no podía ser tal, pero la hacía sentirse deseada. Por eso, fueran cuales fueran los secretos que acabaran por desvelarse, Rose estaba más que preparada para Lucas King.