una novela que también aspira a contar la vida de muchísimas mujeres españolas, todas distintas y todas semejantes, todas sometidas por igual a una de las consecuencias menos visibles, menos consideradas, de la larga dictadura del general Franco. La alianza entre el Estado y la Iglesia católica desató sobre ellas una represión íntima, invisible en apariencia, que las encarceló por dentro e intervino su vida privada, que coartó ferozmente su libertad para impedir que fueran felices mientras trabajaban como mulas a cambio de salarios de hambre y sin derechos de ninguna clase, que las indujo a avergonzarse de su propio cuerpo hasta el punto de convertir la manga corta en un pecado.
En memoria de todas esas mujeres, que no pudieron atreverse a tomar sus propias decisiones sin que las llamaran putas, que pasaron directamente de la tutela de sus padres a la de sus maridos, que perdieron la libertad en la que habían vivido sus madres para llegar tarde a la libertad en la que hemos vivido sus hijas, he escrito este libro.