Esta disciplina permite trabajar las dificultades motoras, cognitivas, psicológicas, sensoriales o de comunicación, a través de la música. Así lo plantea de manera sencilla y comprensible, la doctora Wendy Magee, profesora asociada de la carrera de musicoterapia de Temple University. Investigaciones recientes demuestran que la musicoterapia impulsa una activación compleja del cerebro, libera dopaminas y, a través de modelo determinado, puede conducir incluso a un profundo autoconocimiento y bienestar espiritual.