En La hija de Carlos V Antonio Mira de Amescua pone en escena la despedida del emperador de su familia antes de hacer su último viaje por Europa, abdicar en Bruselas y retirarse al monasterio de Yuste. Asimismo la obra relata los años en que la hija de Carlos V, doña Juana de Austria, ejerció primero como princesa consorte de Portugal (1552–1554) y después, ya viuda, como reina de España.
La hija de Carlos V es una de las últimas obras del autor, redactada probablemente hacia 1630.