Madeleine Roux

La mansión de las furias

Notify me when the book’s added
To read this book, upload an EPUB or FB2 file to Bookmate. How do I upload a book?
  • dilugo11has quoted4 years ago
    Incluso cuando el mundo se está cayendo a pedazos a mi alrededor, siempre encuentras la forma de hacer que todo sea más fácil.
  • Jatzumyhas quoted2 years ago
    No es a usted a quien le temo, por más extraño que suene.
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    Y con ella, la sombra también se desvaneció dentro de la boca de Lee. La sangre que había ensuciado los tapetes había sido absorbida gradualmente por su cuerpo, provocando que sus mejillas volvieran a resplandecer con un color saludable. Y de inmediato, gracias al hechizo de la Sra. Haylam, pude ver su pecho subir y bajar
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    mismos hechizos que mantienen a los Residentes aquí, y cuando su carne se desvanezca, será uno de ellos. Tú no vivirás para verlo, pero él estará aquí para siempre
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    Sí y no. Será el muchacho que conocías, pero la muerte ya lo ha tocado y tendrá que vivir bajo la voluntad de las sombras. Habrá mucha oscuridad en su interior, y una inmensa capacidad para hacer el mal
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    El Sr. Morningside cometió un error. Lee no estaba destinado a estar aquí. Él era inocente.
    –Sí, y tu certeza fue la única razón por la que acepté hacer esto –me contestó, señalándolo–. Ya no podrá salir de este lugar, Louisa. Una sombra no tiene forma; estará bajo el control de los
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    Ya no podía ver un ave sin pensar en el Sr. Morningside y la inmensa cantidad de almas que tenía guardadas en su oficina. ¿Para qué las necesitaba? Me preguntaba si alguna vez me lo diría
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    Si bien Waterford había sido mi hogar durante muchos años, me sentía como una forastera. Esa niñez se sentía a cientos de años de distancia. Ya no era la misma muchacha tímida y miserable que se arrastraba en el lodo mientras sus padres peleaban una y otra vez. Un hombre se abrió paso con uno de sus hombros hacia la taberna, mirándome con lujuria. Asqueada ante la escena, volteé hacia el lado contrario y presioné mis brazos con fuerza contra mi cuerpo para resguardarme del frío
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    Era inmaduro tener tan poco aprecio por mi propia vida, pero en ese momento se sentía como si fuera la única verdad. Mi vida por la suya; una vida atormentada por una inocente
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    La sujeté con fuerza con mis brazos. Era Maggie. Era Mary. Yo la había creado y la necesitaba, ella había sido mi amiga en las peores horas de mi vida. Y se estaba marchando. Al igual que Lee
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)