Oscuridad. Frío. Aguas revueltas. rugiendo como mil leones. Giro y giro sin parar. Golpeo contra las rocas. Protejo mi rostro con los brazos. Encojo las piernas para hacerme aún más pequeño, exponiendo lo menos posible.Soy lanzado contra un puñado de raíces. Me aferro a ellas. Me resbalo. Las húmedas raíces son como dedos muertos que tratan de agarrarme. Hay poco espacio entre el agua y el techo del túnel. Respiro en rápidos jadeos. La corriente vuelve a atraparme. Intento resistir. Las raíces se desprenden de mis manos. Soy arrastrado…