«Caminamos por medio de la avenida. A lo lejos aparecen dos puntos amarillos. Rápidamente se vuelven nítidos. Es un Ford Sierra a una velocidad descomunal. Nos hace cambio de luces, toca bocina, aturde. Bajamos la mirada y seguimos. El auto nos esquiva. Las gomas se queman en el asfalto. Una corriente de aire helado envuelve nuestros cuerpos. Son las cinco de la mañana de un lunes de invierno y desde el viernes nos estamos reventando la cabeza. No podemos parar.»
De esta manera comienza la primera novela del escritor salteño, Fabio Martinez. Ambientada en Tartagal, en los años noventa, un grupo de amigos se sumergen en la búsqueda desesperada de una salida al inminente destino de una ciudad a punto de estallar. La privatización de YPF determinará el deterioro social y el surgimiento de movimientos piqueteros. Martín, el protagonista principal, dirime sus días entre la posibilidad de reflotar la edición de una revista literaria y la tensión familiar que provocan sus salidas nocturnas con “Los pibes suicidas”.