Una clínica psiquiátrica en Caracas es el lugar adonde llegan quienes necesitan olvidar, y allí dos personajes se alían para recuperar el pasado y escriben juntos sus cuadernos: Pepín, un joven de origen humilde, criado en la calle y admirador del militarismo, y Eduardo, un artista homosexual, de familia pudiente, herido por una sociedad machista. Ambos, observadores atentos de lo que los rodea, escriben también sobre el presente, sobre el universo variopinto de la clínica y revisan el pasado a través de las fotografías de Eduardo. La clínica resulta una alegoría de un país signado por el fracaso, de una sociedad en la que la exclusión, la ignorancia del otro, es una bomba de tiempo.
Novela premonitoria, publicada por primera vez en 1995, revela al lector múltiples claves para comprender la Venezuela de hoy. Para entonces, la lectura de la crítica miraba en ella la necesidad de recuperación de la memoria en un país amnésico; hoy, se suma la constatación de la intuición de futuro de su autora.