¿Es racional para los individuos científicamente entrenados a creer en Dios, aceptar afirmaciones teológicas polémicas tales como la existencia de milagros?¿Son la ciencia y la teología esencialmente incompatibles, o sus posiciones pueden reconciliarse en algún nivel? Este libro aborda estas preguntas mediante la refundición de ciertas enseñanzas religiosas clave en un lenguaje familiar para los científicos, ingenieros y matemáticos. Lo hace con la ayuda de varias metáforas y analogías basadas en la ciencia, cuyo propósito principal es interpretar las afirmaciones teológicas de una manera que esté en sintonía con el espíritu de nuestra época. Un paso crucial en el desarrollo de tales «puentes analógicos» entre ciencia y religión implica cuestionar el paradigma newtoniano tradicional, que sostiene que los procesos físicos son generalmente deterministas y predecibles (tienen “buen comportamiento”). Un exámen más detenido de los desarrollos científicos recientes demostrará que esta suposición es incorrecta y que ciertos aspectos de la naturaleza seguirán siendo incognoscibles para nosotros, independientemente de los futuros avances tecnológicos. Esta comprensión abre la puerta a una conversación significativa entre la ciencia y la teología, ya que ambas disciplinas aceptan implícitamente la premisa de que la verdadera naturaleza de la “realidad” nunca se puede comprender plenamente por la mente humana.