bookmate game
es
Books
Luis Jorge Boone

Suelten a los perros

  • Juan Roldán Lozanohas quoted2 days ago
    Puntualizo: si las historias toman demasiado tiempo es porque interrumpen el vacío.
  • Juan Roldán Lozanohas quoted2 days ago
    llamaba economía lectora del vacío.
  • Juan Roldán Lozanohas quoted7 days ago
    Luego regresábamos a la casa. Las ventanillas siempre con los vidrios abajo, para sentir el viento en la cara, para sentirnos un poco limpios y refrescados, fuera de esa casa en la que nada más estábamos él y yo; confortados porque, de alguna manera, sí, lo puedo jurar, mamá venía con nosotros en el asiento de atrás. El regreso parecía un poco menos amargo. Él a la viudez; yo a la orfandad. Un poco menos.
  • Juan Roldán Lozanohas quoted9 days ago
    Para qué otra gárgola. Todos somos el monstruo de alguien.
  • Juan Roldán Lozanohas quoted2 months ago
    Armar un rostro sonriente de princesa era sacar a alguien de su escondite
  • Juan Roldán Lozanohas quoted3 months ago
    Si no convivieran, el mundo estaría mejor, habría menos gente. Por eso son plaga. Una media plaga que, cuando se junta con la otra mitad, vale gorro. Deberíamos estar separados, como en el bote. Un hemisferio de puras tuercas y el otro de tornillos.
  • Juan Roldán Lozanohas quoted3 months ago
    Uno es duro de oído para las advertencias del destino.
  • Juan Roldán Lozanohas quoted3 months ago
    No todo tenía por qué ser tan fácil. Todo amor tiene espinas. Toda cena termina con la cuenta.
  • Rafael Ramoshas quoted4 months ago
    Pude haberle dicho que había gente que nomás se aparecía en tu vida no para chingarte a ti sino para chingarse algo tuyo o para enseñarte que eso que necesitas con desesperación jamás te pertenecerá. Te hacen mierda. Lo hacen mierda. Te desgracian. Lo desgracian para siempre. Daba igual: era una culerada. Te mostraban la verdad.
  • Rafael Ramoshas quoted4 months ago
    Platicamos media hora más. De sueños, futuros promisorios, revanchas del presente, armisticios que nos debía la chingada vida. Los de Val seguían siendo los mismos de cuando niña. Fama, fortuna. La casota, el carrazo, la belleza. Los míos se parecían cada vez más a una capitulación, a conformarse con que las cosas no se jodieran sin remedio. Mudarme a Monterrey, entrar a trabajar a alguna empresa grande, ir mucho al teatro; con los años, terminar viviendo en Eagle Pass, ser un colado en el paraíso.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)