Para algunas personas, hablar de discernimiento es hablar de sí mismas, de su propia manera de pensar y de resolver las cosas, lo cual no conduce sino a defender la propia iniciativa y la independencia. Esto es inadmisible en discernimiento, según J. M. Castillo, ya que discernir no es defender y afirmar el propio saber, sino renunciar al saber que procede del orden presente para entrar en otro saber más amplio y global16.