El marido más firme. Félix Lope de Vega
Fragmento de la obra
Jornada primera
(Salen Aristeo, Príncipe de Tracia, y Camilo.)
Aristeo: Ya reino en aquesta tierra.
Camilo: Luego ¿no, piensas volver?
Aristeo: Más hubiera menester
volver en mí que a mi tierra.
Camilo: ¿Qué locura te destierra
de donde a ser Rey naciste?
Aristeo: No preguntes lo que viste,
que no puede ser locura
la que en tal alta hermosura
celestialmente consiste.
Camilo: No pensé que un cazador
miraba más que a las fieras,
y que, si amaras, pudieras
cazando olvidar tu amor;
ya de tu reino, señor,
estás muy lejos; advierte
que te pones de esta suerte
a gran peligro.
Aristeo: Ya es tarde;
que no hay desdicha que aguarde
quien tiene en poco la muerte.
Parte, Camilo, y aquí
me deja, o sea loco o cuerdo;
que si por amor me pierdo,
no me he perdido por ti;
a mis vasallos les di que de selva en selva errando
me entretengo, y vuelve cuando
te parezca, a ver si soy o vivo o muerto, pues voy o vida o muerte buscando.
Hoy, cuando el alba salía
coronada de azucenas,
y de estos montes apenas
las cabezas guarnecía,
vi que cantando venía
gran copia de labradores,
cubiertos de varias flores;
seguílos, y abrióse un templo,
donde la imagen contemplo,
de Venus, diosa de amores.