Esperaba que Rosa, gracias a las planas, pudiera empezar a controlar el lápiz sin mi ayuda, y así después podría mostrarle los libros con los que aprendí a escribir, y le enseñaría a dibujar A E I O U, y a hacerle una cabeza con pelo a la I y ojos y orejas de gato a la O y cosas así para que fuera más entretenido. Después pasaríamos a las consonantes y después a las sílabas y a las palabras y las frases, y ella terminaría escribiéndome cartas en las que me contaría todo lo que hizo mientras yo estaba en el colegio