El Libro de la erudición poética (1611), de Luis Carrillo y Sotomayor, es el texto que mejor describe los principios del culteranismo. Según Carrillo, los lectores cultos y minuciosos deberían interpretar, con extrema paciencia, las referencias y metáforas del texto en una y otra lectura. Cabe añadir que no se trataba de “oscurecer” la literatura, sino que se suponía que ésta era “oscura” debido a su profundidad.