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Bernardo Fernández

Tiempo de alacranes

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  • Liah Annhhas quoted2 years ago
    La nueva reina del cártel de Constanza arrancó para marcharse por la costera, escoltada por ocho guaruras y un coro de leones que no paró de rugir hasta que se perdieron en la lejanía.
  • Josué Osbournehas quoted9 months ago
    Entonces el Güero se bajaba y le ponía en su madre al que yo le dijera. Nunca se abrió el cabrón y varias veces le señalé peladones más grandotes que él. Al principio, a veces sí le planchaban su trajecito, pero al pasar del tiempo, llegó un momento en el que nadie, se lo digo yo, nadie, le pudo hacer frente. Lástima, alguna vez tuvimos nuestras diferencias y nos separamos. Fue cuando empezó de matón. La vida da muchas vueltas, cómo no. Un gran tipo ese Güero. El hijo que nunca tuve
  • Josué Osbournehas quoted9 months ago
    No me gusta dormir. Mi sueño es intranquilo. Tanto muerto no me deja en paz. Pero a veces hay que hacerlo
  • Josué Osbournehas quoted9 months ago
    ¿y el Güero? no, pos que se quedó, pero al rato nos alcanza, y dicel papá cómo crees, vieja, y dice la mamá oh, usté tranquilo y no me lo va a creer, amistá, al tercer día que llega el condenado Güero, trepado en un camión de naranjas como si nada, ¿ya vio?, le decía la Azul a su marido, si el Güero es cabrón. Por eso, salú por mi compagre, que sabrá Diosito santo ónde anda el cabrón, pero mientras no sea cepillándose a mi vieja, todostá bien, porque el desgraciao me ha salvado la vida como tres o cuatro veces. Nomás por eso hasta que se vulcanizara a la Lola le perdonaba al cabrón, pero de cómo me ha salvao el pellejo, ésa se la cuento en otra ocasión, amistá… Salú.
  • Josué Osbournehas quoted9 months ago
    y el Güero? no, pos que se quedó, pero al rato nos alcanza, y dicel papá cómo crees, vieja, y dice la mamá oh, usté tranquilo y no me lo va a creer, amistá, al tercer día que llega el condenado Güero, trepado en un camión de naranjas como si nada, ¿ya vio?, le decía la Azul a su marido, si el Güero es cabrón. Por eso, salú por mi compagre, que sabrá Diosito santo ónde anda el cabrón, pero mientras no sea cepillándose a mi vieja, todostá bien, porque el desgraciao me ha salvado la vida como tres o cuatro veces. Nomás por eso hasta que se vulcanizara a la Lola le perdonaba al cabrón, pero de cómo me ha salvao el pellejo, ésa se la cuento en otra ocasión, amistá… Salú.
  • Josué Osbournehas quoted9 months ago
    Y hay cabrones como yo.

    Con lo que me pagó mi compadre me fui a Monterrey. Quería pasarme unos días de incógnito en la Sultana en lo que se enfriaban mis muertos. De paso, me refinaba una espaldilla
  • Liah Annhhas quoted2 years ago
    Sin decir más, dio media vuelta para caminar a su auto, un Impala 70, negro, con llamas pintadas en los costados.
  • Liah Annhhas quoted2 years ago
    Me entregó una mochila roja Jansport, muy pesada, que yo conocía bien.

    —Quédese con el cambio —dijo.
  • Liah Annhhas quoted2 years ago
    Suspiré. Iba a contestarle cuando me arrancó la respuesta una voz femenina que no escuchaba desde el día de la balacera en Lerdo.

    —Todo el tiempo es tiempo de alacranes —dijo Lizzy.

    Ahí estaba, a mi lado; me observaba divertida. Sonreía.
  • Liah Annhhas quoted2 years ago
    Lo que me salvó fue saber tallar figuras de madera, lo había aprendido en el taller de carpintería del ejército.

    Comencé a hacer artesanías para venderlas en el malecón. Delfines, tiburones, pendejadas de ésas que les gustan a los gringos.
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