Los memoriales, los espacios y sitios de memoria en Chile ha sido posibles porque grupos y personas los han configurado y les han dado el soporte de sus memorias y de las memorias de muchos, buscando interpelar a todos. Construir una memoria compartida es una utopía que tiene la virtud de mover a distintas generaciones, buscando reparar lo irreparable. Es un desafío vivo en las páginas de este libro, crucial para comprender la relación entre las memorias y los espacios. Las conmemoraciones de los colectivos de derechos humanos en sitios que les y nos conmueven están formidablemente explicadas en este libro con ocasión de Villa Grimaldi, Venda Sexy, La Moneda y el desierto de Atacama. Yael Zaliasnik nos lleva en una caminata por los espacios, sitios y temporalidades de la memoria en Chile posdictadura. La caminata es larga, sin fin previsible, pero esencial para reparar y construir una memoria “colectiva, discutida, compartida”.