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Toshikazu Kawaguchi

Antes de que se enfríe el café

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  • Coralinehas quoted6 months ago
    dijo en inglés que ellos no eran capaces de apreciar su atractivo; después, en ruso, que él era muy valiente en el trabajo llevando a cabo tareas difíciles; a continuación, en francés, que tenía una fuerza de voluntad de hierro; en griego, que además tenía la habilidad de conseguir lo imposible; en italiano, que era muy consciente de que esta facultad le costaba muchos esfuerzos; en español, que según ella era el hombre más atractivo que existía; y, finalmente, en japonés, que no le importaría salir con ellos en el caso de que hubieran entendido todo aquello que les acababa de decir.
  • Coralinehas quoted6 months ago
    Era ella la que había pedido explicaciones, pero ahora las estaba rechazando abiertamente.
  • Andrea Fuenteshas quoted8 days ago
    Esas notas formaban parte de la lucha del señor Fusagi por no olvidarla.
  • Andrea Fuenteshas quoted8 days ago
    Como eres enfermera, seguramente ya te habrás dado cuenta de que tengo una enfermedad que hace que olvide las cosas. Me imagino que a medida que vaya perdiendo la memoria no sabré lo que digo ni lo que hago, que incluso podría llegar a olvidarme de ti y que si eso ocurriera, como enfermera que eres, mantendrás la calma y estarás a mi lado aunque yo ya no sea yo.
  • Andrea Fuenteshas quoted8 days ago
    Era un pañuelo de color lila claro.
  • Andrea Fuenteshas quoted8 days ago
    «Bueno, entonces invítame a un café», y sonreía con la misma simpatía con que lo hizo aquel día.
  • Andrea Fuenteshas quoted8 days ago
    Si pudieras volver atrás, ¿a quién visitarías?
  • Andrea Fuenteshas quoted8 days ago
    La primera regla establecía que si querías viajar al pasado, únicamente podías volver a hacerlo en esa cafetería para encontrarte con alguien que ya hubiera estado allí.
    La segunda regla establecía que aunque volvieras al pasado, por mucho que te esforzaras, el presente no cambiaría.
    La tercera regla establecía que si en el asiento en el que se volvía del pasado ya había una persona, solo podías sentarte en él cuando esta se levantara.
    La cuarta regla establecía que mientras estuvieras en el pasado, no podías levantarte ni moverte del asiento.
    La quinta regla establecía que únicamente podías permanecer en el pasado el tiempo que tardaba en enfriarse un café.
  • Coralinehas quoted6 months ago
    Hace dos semanas que he vuelto a casa y tengo tantas cosas que aprender que a diario estoy al borde del llanto».
  • Coralinehas quoted6 months ago
    Cuando conoces bien a quien tienes delante y confías en ella, no puedes mentir. Tu verdadero yo confiesa, en especial si tratas de esconder que estás triste o débil
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