Concluida la guerra civil, la situación general de España era de graves carencias. Un nuevo régimen autoritario y confesional procedía a crear un marco que pretendió la completa modificación de los datos previos a la guerra.
El inicialmente no previsto protagonismo de la Iglesia sería ahora elemento capital. Sobre el mundo intelectual ---fraccionado, como el resto de la sociedad--— recayeron en ambos lados especiales circunstancias agravantes, censuras y forzadas salidas de España. Una extendida visión lo identifica en aquellos años con un mísero y agostado páramo cultural, interpretación que Julián Marías rechazaría contundentemente.
Al margen tanto de idealizaciones como de críticas fórmulas preestablecidas, El franquismo y los intelectuales analiza los antecedentes y resultados del proyecto cultural y político del llamado nacionalcatolicismo, como igualmente la situación y la no desdeñable obra de los intelectuales durante las dos primeras décadas del régimen de Franco.