es
Mieko Kawakami

Heaven

Notify me when the book’s added
To read this book, upload an EPUB or FB2 file to Bookmate. How do I upload a book?
  • Kumi Hiraokahas quoted3 months ago
    Las personas siempre están cambiando. Es lo más normal. Tu nariz es una prueba: antes estaba muy hinchada y ahora ya está completamente bien. Piensa en la operación del ojo como en uno de estos cambios. —El médico se recostó en el banco, alargó los dos brazos y giró la cabeza en círculos—. Todavía eres muy joven, tienes decenas de años por delante. Si la operación sale bien, te acostumbrarás al nuevo ojo en cuatro días. Y llegará un momento en que incluso se te olvidará que fuiste estrábico —dijo, y se rio.
    —¿De verdad? —me sorprendí—. ¿Lo olvidaré?
  • Kumi Hiraokahas quoted3 months ago
    Unos ojos son solo unos ojos. No van a hacerte perder o estropear nada importante. Lo que tenga que quedar, hagas lo que hagas, quedará. Y lo que no tenga
  • Kumi Hiraokahas quoted3 months ago
    No eran lágrimas de tristeza. Probablemente aquellas lágrimas se debieran a que nosotros no teníamos ningún lugar adonde ir y solo podíamos vivir en aquel mundo de aquella manera. Eran lágrimas causadas por el hecho real de que no había ningún otro mundo que elegir. Eran lágrimas por todo, por absolutamente todo lo que existía.
  • Kumi Hiraokahas quoted3 months ago
    Porque, ¿sabes?, esto pasa tanto en el arte como en la guerra. En todo es igual. Que si aquel es el que tiene mejor gusto, que si cuál es más bello, que si la verdad es esta y esto una falsedad: mires donde mires, ves a gente hablando y hablando. La gente no para de discutir sobre esto y lo otro, no se cansa nunca de hablar. No puede cerrar la boca. Porque estar vivo es eso. Y la gente se enfada y se alegra, y habla y habla. Todo el mundo disfruta hablando y hablando. —Momose se encogió de hombros y echó la cabeza hacia atrás—. Pues lo único que a mí me da miedo a veces es el deseo que está ahí. Es decir, el deseo de vivir. Y nadie puede protegerme a mí de mí mismo, a mí que estoy vivo.
  • Kumi Hiraokahas quoted3 months ago
    Escúchame. El mundo…, ¿cómo te lo explico? No hay un solo mundo. Ese mundo único, cómodo, que todos interpretamos de la misma forma no existe en ninguna parte. Puede parecerlo a veces, pero solo lo parece, nada más. Todos vivimos en mundos completamente distintos. De principio a fin. El resto solo son combinaciones entre estos mundos.

    —Eso es lo que tú… —empecé a decir, pero Momose me interrumpió.

    —Y, en estas combinaciones, lo que pasa en nuestro lado y lo que pasa en el tuyo, a simple vista, puede parecer que está conectado, pero no hay absolutamente ninguna relación. Por ejemplo, mira lo que decíamos antes. Tú, hasta hace un rato, creías que la causa del acoso eran tus ojos. Pero, según mi punto de vista, una cosa no tenía nada que ver con la otra. El maltrato que recibes y que a ti llega a quitarte el sueño, para mí es algo sin importancia. No me remuerde la conciencia en absoluto. No le doy vueltas. Para mí, ni siquiera es maltrato. Y eso no se limita a ti y a mí. Si te lo piensas bien, funciona igual para todo el mundo. Las cosas nunca van como nos gustaría. ¿O no? No hay ninguna relación entre lo que uno piensa, o desea, y el mundo, ¿sabes? Cada uno intenta arrastrar a los demás dentro de su propio sistema de valores y así va tirando, como puede, cada uno a su manera. —Tras un carraspeo, Momose prosiguió—: Así que, si no quieres que te sigan haciendo lo que tú llamas maltrato, no tienes otra salida que hacer algo respecto a nosotros, es decir, respecto a Ninomiya. Tal como te he dicho antes, yo no me lo estoy pasando bien. No creo que sea divertido ni nada de eso. Pero resulta que estoy allí con ellos y, a veces, por casualidad, puede que dé alguna idea. Ya sabes, cosas que pasan. También estoy ahora aquí, hablando así contigo.
  • Kumi Hiraokahas quoted3 months ago
    , no? Y, entonces, ¿por qué lo ocultáis? —pregunté—. Vosotros… tenéis algún tipo de sentimiento de culpa, ¿no es así? Por eso me decís que tenga la boca cerrada, por eso tenéis miedo y os escondéis de los profesores… Es por eso, ¿verdad? Me hacéis daño, pero de modo que no queden señales. ¿O no? Si, tal como dices, esto es igual que cualquier otro deseo, ¿por qué no le echáis valor y lo hacéis a la vista de todo el mundo? ¿Sabes por qué? Porque sabéis que está mal… Si no, lo haríais a cara descubierta.
  • Kumi Hiraokahas quoted3 months ago
    Nada tiene sentido. Lo único que pasa es que todos hacen lo que quieren hacer, supongo. Y nada más. De base, hay unas ganas, un deseo. En el momento en que nace este deseo, no existe ni el bien ni el mal. Y si, por casualidad, se dan las circunstancias propicias para que puedan satisfacer ese deseo, pues van y lo hacen. Y esto te incluye a ti. La gente actúa a su capricho para satisfacer su deseo. Tú también, ¿no? Habrá cosas que quieres hacer, supongo. ¿Verdad que las harás si puedes? Pues, fundamentalmente, el principio es más o menos el mismo.
  • Kumi Hiraokahas quoted3 months ago
    Al principio, mis deseos de morir eran deseos de desaparecer. Simplemente quería irme de allí, desvanecerme. Quería dejar de sufrir.
  • Kumi Hiraokahas quoted3 months ago
    No era la primera vez que me decía que le gustaban, pero sus palabras tenían el dulce poder de volverme a situar en el lugar donde estaba antes de que me dieran la patada.
  • Kumi Hiraokahas quoted3 months ago
    En el colegio no era que pudiéramos hacer gran cosa ninguno de los dos, pero recordaba infinidad de veces en que me había sido de gran ayuda el simple hecho de mirar su espalda, de saber que ella estaba allí.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)