La cuota de bribones, villanos, matones y asesinos que cada sociedad debe sufrir se renueva sin cesar. Aunque transcurran las épocas, las circunstancias y las generaciones, los malvados no dejarán de alimentar las múltiples variantes de la criminalidad. En cualquier tiempo habrá gente dispuesta a lastimar, torturar o perjudicar gravemente a los demás.
Actualmente hay procedimientos para bucear con solvencia en los circuitos cerebrales y en los engranajes neuronales y hormonales de los individuos propensos a los crímenes “sucios”, que los distinguen de la delincuencia “higienizada”. Neurología de la maldad se centra en las investigaciones sobre la biología de las predisposiciones al comportamiento asocial y amoral, conocimientos cada vez más útiles para quienes desde las trincheras de la justicia lidian con los casos más corrosivos. El libro parte de casos criminales recientes de gran resonancia y ofrece un inquietante panorama de los resortes que anidan en la imaginación de la gente más peligrosa, sin olvidar asimismo las tendencias antisociales más comunes.