Las elecciones generales de 2021 se anunciaban como las más complejas en la historia peruana. El país no solo se encontraba inmerso en una pronunciada crisis política e institucional, también enfrentaba el desastre sanitario desatado por la pandemia de la COVID-19. En ese duro contexto, los peruanos fueron a votar para renovar a sus autoridades de cara al bicentenario de la República.
Sin embargo, nada anticipó lo que ocurriría. La elevada fragmentación inicial de la primera vuelta —con dieciocho candidatos presidenciales— dio lugar, después, a un ambiente de gran polarización debido a las características de los aspirantes que siguieron en contienda: Pedro Castillo y Keiko Fujimori. Y cuando se suponía que algo de tranquilidad regresaría luego de la decisión popular, el enfrentamiento se extendió al periodo poselectoral, debido a las infundadas acusaciones de fraude provenientes de un sector que pretendía —desde la vía legal y la presión mediática— revertir resultados avalados por las instituciones electorales y por el pleno de la comunidad internacional.
Se trató de una auténtica campaña a tres vueltas. Este libro es un esfuerzo colectivo para interpretar y explicar, desde distintos enfoques y metodologías, unos comicios que, acaso como nunca, dejaron en evidencia una profunda crisis de representación y desnudaron el talante antidemocrático de varios líderes políticos.