Pasar la noche con un cowboy sexy e impetuoso no estaba dentro de los planes de Lindsay Crawford. Pero cuando aquella tormenta de nieve la dejó atrapada junto a Gil Daniels, decidió ser práctica. Sin embargo, ¡lo único que compartieron fueron unos cuantos besos!
El problema era que los hermanos de Lindsay no la creían; solo creían en el brillo que veían en los ojos de su hermana… el mismo que había en los de Gil. Afortunadamente, también sabían que aquel era el tipo de hombre que sabía lo que tenía que hacer.
Pero Lindsay no estaba dispuesta a casarse solo porque fuera lo correcto, ella quería hacerlo por amor. Claro que eso era algo que podía surgir en cualquier momento…