Personajes atrapados por sus recuerdos y el amor de la autora por los libros en la primera novela que publicó Marian Izaguirre. Luis González Dalmau, decano de la facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid, se ha suicidado. O eso parece. Al estupor de sus compañeros, que culpan a la soledad, al transcurrir monótono del tiempo y al estrés, se une el del vicedecano, Javier Azcárate, que tampoco comprende por qué el erudito estaba leyendo antes de morir una novela comercial, muy de moda, firmada por Ángel Salvador, el seudónimo bajo el que se oculta un misterioso autor no identificado. La periodista Marta Salvador, obsesionada por el autor que firma los libros con su mismo apellido y al que creer conocer bien, ha decidido investigar la muerte de Dalmau, convencida de que el aparente suicidio tiene que ver con la exitosa novela. Y así, intrigados por las circunstancias de la muerte de Dalmau nosotros, los lectores, lo que acabamos persiguiendo es la vida íntima de los personajes tratando de desvelar quiénes son realmente. Hasta la última página.