Después vas a poder cruzar y seguir un poco más con las miradas de coquetería, a despedirte acercando más tu boca hacia la de él cuando se van a dar un beso en la mejilla. Puedes empezar a consentirle la cabeza y entender que ese momento del ataque es cuando abres la puerta a ese contacto físico, porque, admitámoslo, al final el permiso y lo que va a cambiar la relación y su trascendencia es permitir ese contacto, que haya intimidad ,y, aunque no debe ser desde el primer momento, hay que ir escalando