Asfixia

Los adictos al sexo en realidad son adictos a las endorfinas, no al sexo. Los adictos al sexo tienen unos niveles naturales inferiores de monoamina oxidasa. En realidad, los adictos al sexo lo que ansían es la péptido feniletilamina que uno segrega en situaciones de peligro, capricho pasajero, riesgo y miedo.

Lo que quiero decir es que esto es América. Uno empieza con las pajas y llega a las orgías. Uno fuma un poco de hierba y acaba metiéndose caballo. Es esta cultura nuestra de lo más grande, lo más fuerte, lo más rápido y lo mejor. La palabra clave es progresar.

el adicto tiene la tranquilidad de saber con toda probabilidad lo que le espera al final del camino.

El tío es un imán para la mierda.

¿Y qué pasa si lo que nace queda deforme o chiflado? Todo sea por la causa de la educación.

A Denny le huele el aliento a nachos. Otra violación del realismo histórico.

La fuerza del torso, el pensamiento abstracto, los falos: todas las ventajas que parecen tener los hombres son simples formulismos.

Salta a la vista que así es como los hombres han estado capeando la hostilidad de Eva durante toda su vida. Simplemente distrayéndola. Dejando pasar el momento. Evitando el enfrentamiento. Escaqueándose.

Así es en gran medida como pasamos la vida. Viendo la televisión. Fumando porquería. Automedicándonos. Desviando nuestra propia atención. Cascándonosla. Negando la realidad.