Mi infancia fue muy bonita. Yo fui feliz porque todo estaba bien. Decían que había pobreza, pero teníamos comida. Yo tenía comida y una alimentación más sana, porque todo lo que uno sembraba lo cosechaba y de eso comía. Entonces yo tomaba agua limpia, no estaba contaminada, me enfermaba menos, tenía más libertad, me preocupaba menos. Entonces no teníamos miedo. Yo, por ejemplo, iba al monte, iba a leñar y si encontrábamos una aguada, encontrábamos un cuerpo de agua, podíamos tomar el agua con mucha tranquilidad, digamos, sin miedo. Y veía yo el monte. Yo conocí varias plantas, varios árboles. ¿En qué tiempo florece, qué da, en qué sirve? Si es una planta medicinal, si es su hoja, si es su tallo. Y eso me hizo muy feliz porque todo estaba en armonía. Todos estaban en equilibrio en mi infancia.