Una francesa descendiente de cátaros del sur de Francia, que huye de la guerra en Europa, cuenta hechos fundacionales de la nación colombiana a partir de su vivencia en la desconocida América, a donde llega acompañada de Alexander von Humboldt, con quien sostenía una relación amorosa, y Aimé Bonpland. La cercanía con el astrónomo Francisco José de Caldas, en Santa Fe, la motiva a no continuar el viaje y quedarse al lado del prócer como copista de sus escritos, seduciéndolo, para vivir a escondidas una historia de amor. La francesa asume su corporalidad sin culpa ni pecado, como un medio para trascender. La Expedición Botánica, los trabajos en el Observatorio Astronómico y la apacible vida doméstica se quiebran con la guerra de Independencia. Caldas y la francesa toman rumbos distintos y cada cual sigue su vida, sin que la mujer lo olvide, y relate hasta los últimos detalles de su muerte. Ella tiene la intención de no intervenir en los asuntos de la guerra, por creer en la imperfección de un mundo creado por un dios malo, pero la muerte de sus amigos y de Caldas la llevan a ayudar a los criollos en contra de los españoles, como espía y correo; asume la libertad de su cuerpo para aliviar el temor y purificar de la muerte a los patriotas, en una entrega sexual y mística que los alivia de sus culpas. Libro ganador, en 2009, del “Premio Nacional de Cultura, modalidad Novela”, de la Universidad de Antioquia.