Araneae

Yo crecí con la certeza que tiene cualquier persona abandonada: soy irrelevante.

Me gustaría un manual de psiquiatría organizado por traumas, no por síntomas.

Por ahora soy dos personas: la que piensa y la que hace. Una tercera, la que siente, está perdida.

la tarantela. En clase, el ejemplo preferido de los profesores sobre ese género musical es la boda de Connie, la hija de Vito Corleone en El Padrino. Nunca he verificado si la historia es cierta, y todos la repiten con esa advertencia. Para el siglo XVIII, en España tam

Conforme sigan pasando los años, cada vez me habrá abandonado menos tiempo.

Yo lo andaba buscando para hablar con él, porque algo me había convencido de que ese era el modo de resolver no solo el trauma que implicó su abandono —cosa que, según se mire, no era urgente—, sino también los problemas que tengo con Jacobo y mi relación con mi madre.

la pregunta me persigue. No me conozco porque no lo conozco. Es injusto no poder renunciar a él como lo hizo conmigo. La herencia es una condena que funciona en una sola dirección. Hay lugares destinados para objetos perdidos, pero siguen «perdidos» aunque estén todos juntos en un mismo sitio. Me sorprende que sean lugares abarrotados. ¿Nadie siente la esperanza de recuperar lo que perdió?

ellas son de un color que se camufla bien entre el follaje, mientras ellos llaman la atención con su belleza.

. Las arañas sufrirán el destino de todos los animales que han probado ser de utilidad para el hombre.

humedad, estimará los objetos rotos, sabrá cuáles zapatos eran los favoritos del difunto a juzgar por lo gastado de la suela. Pero eso casi nunca pasa. El mundo está lleno de archivos que nadie aprecia.