Cuando te digo que te quiero para toda la eternidad, como esta no tiene final, mi amor no se mantendrá vivo cuando yo haya muerto. No estaré para dártelo, ¿entiendes? Por eso no te serviría para nada. Es hablar de cosas infinitas siendo finito, y queda romántico, pero no queda real. Y no hay nada más real que tú y yo; por eso te quiero una eternitud. Porque te querré y lo demostraré el tiempo que viva.