«Mientras el libro no sea leído, nada corre peligro, pero cuando se abre, las palabras toman vida con su lectura…».
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Nuria Egea, una joven estudiante, desaparece en extrañas circunstacias. Las agentes de la Guardia Civil Laura Moix y Sandra García se hacen cargo de la investigación.
Paralelamente, Alicia Ramírez, psicóloga del instituto donde Nuria cursa sus estudios, se ve en la necesidad de ayudar a un paciente suyo, Daniel Pedraza. Debido a ello, llega a sus manos un libro titulado Las palabras muertas. A raíz de su lectura, Alicia se verá inmersa en el descubrimiento de una verdad difícil de asimilar y que afectará a todos de manera trágica.