Los cinco misterios dolorosos de la pasión y muerte. Félix Lope de Vega
Fragmento de la obra
Primero Misterio
Fiereza canto, o Marte, canto y guerra,
amores canto de un heroico pecho,
los hechos canto del que en cielo y tierra
dignas hazañas de memoria ha hecho;
impresas canto del balor que encierra
el que el mundo ganó con solo un hecho
trofeos soberanos y victorias,
preciándome cantar dibinas glorias.
Canto aquellos misterios dolorosos
de la pasión y muerte que dio bida
a los humanos hombres temerosos
de quien no fue tal gloria conoscida,
canto los llantos tristes, lastimosos,
de una princesa y reina esclarescida
de cuya pena triste hará memoria
el ronco pecho de mi amarga istoria.
No imploro el fiero y apolíneo aliento,
pues deél y de sus musas la mía huye,
que a ti, dibino Apolo, ba mi intento
y el fin del saver en ti concluye.
Y tú, sacerdotisa, a mi lamento
tu néctar celestial y ambrosía influye;
inspírame saver, Virgen clemente,
pues presente estubiste en lo presente.
Comiéncese la istoria dolorosa
acompañen mis lágrimas la pluma,
llore mi alma triste, temerosa,
y en suspiros se abrase y se consuma,
sienta mi corazón la rigurosa
pena y dolor en lamentable suma
y mientras sigo tan lloroso estilo
nazca de mis dos ojos otro Nilo.
El Hijo eterno del eterno Padre
el rey del cielo impírio, mar y tierra,
el que nasció de aquella Virgen madre
en quien la celestial virtud se encierra
porque su excelso amor con obras quadre,
porque Satán no haga al mundo guerra
con tres soldados de su compañía
al huerto, triste, con dolor, subía.
Pedro se llama el deellos más anciano
el que más joven Juan y el otro Diego,
con estos tres su poderosa mano
se determina de acometer luego
y aquel príncipe de lo soberano
de amor del hombre derretido en fuego
a solas se halló en el solo huerto
del pecho saca su dolor cubierto.