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Natusme Soseki

Luz y oscuridad

  • Valentina Vegahas quoted2 months ago
    «En las cosas del amor sucede exactamente lo mismo. Nunca sabemos exactamente cuándo cambiarán nuestros sentimientos. En cambio, yo sí que me di cuenta cuando sucedió».
  • Valentina Vegahas quoted2 months ago
    gélido brillo de las cuchillas, el sonido que producían al chocar entre ellas, la terrible y súbita presión capaz de exprimir hasta la última gota de aire de sus pulmones, el dolor, el violento e interminable dolor que le impedía llenarlos de nuevo… Recuerdos que le asaltaron de improviso sin que pudiera hacer nada por evitarlos.
  • Oswaldo Javier Valerdi Larahas quoted6 months ago
    En ese sentido, toda estructura, tiene carácter autónomo.
    Estos tres elementos de la definición de Piaget se aplican sin ningún pro
  • Oswaldo Javier Valerdi Larahas quoted6 months ago
    Kiyoko enseguida le entregó el capacho a la camarera que, al no saber qué hacer con él, se limitó a extender las manos sin decir una palabra. Tsuda continuaba en pie, pero en lugar de sentirse incómodo, como le
  • Oswaldo Javier Valerdi Larahas quoted6 months ago
    Tsuda quería darse un baño antes de acostarse. Le pidió a la
  • Oswaldo Javier Valerdi Larahas quoted6 months ago
    Durante el trayecto, la serenidad de Tsuda se vio afectada por el optimi
  • Oswaldo Javier Valerdi Larahas quoted6 months ago
    que tantos quebraderos de cabeza había dado a sus compañero
  • Oswaldo Javier Valerdi Larahas quoted6 months ago
    Tsuda sacó el periódico que O-Nobu había guardado en el bolsillo interior de su abrigo y lo leyó atentamente. Tras la ventana, el cielo continuaba encapotándose. Las cortinas de lluvia, escasas hasta el moment
  • Oswaldo Javier Valerdi Larahas quoted6 months ago
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    La ceniza del cigarro de Tsuda alcanzó los dos centímetros antes de que se diera cuenta y se le cayera sobre la carta. Volvió en sí al verla esparcida sobre las cuadrículas azul oscuro de la hoja.
  • Oswaldo Javier Valerdi Larahas quoted6 months ago
    Kobayashi había tendido hábilmente su trampa. Tsuda lo sabía, pero tenía su propio plan y le dejó hacer. Ambos terminaron adentrándose en un terreno pelig
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