Este libro de investigación, auspiciado por la línea estratégica Infancia y Juventud de la Universidad del Norte, explora la forma en que los niños víctimas de violencia estructural asociada a migraciones afrontan los conflictos. Se estudian en particular los casos de la niñez en Francia, Chile y Colombia con el propósito de evidenciar cómo los distintos agentes de socialización facilitan una forma de concebir el mundo que justifica la utilización instrumental de la violencia, y genera procesos de exclusión de grupos minoritarios. Sin duda alguna, esta obra será de gran interés para profesionales y organizaciones que trabajan en el desescalamiento de conflictos sociales y a favor de la generación de comunidades capaces de convivir en medio de las diferencias.