Este conjunto de textos, a modo de cuentos, analiza la soledad en la arquitectura a través de los arquitectos Frank Lloyd Wright, Adolf Loos y Le Corbusier, quienes en momentos importantes de su vida se sintieron solos. Wright, mientras enterraba-abrazaba a Mamah Bouton Borthwick después del incendio provocado en Taliesin I en 1914; Loos, justo antes de enseñarle a Lina Loos su obra El dormitorio de mi esposa (1903), y Le Corbusier, durante los instantes de su ahogamiento en Cap-Martin en 1965, cuando bajó solo al Mediterráneo desde El Cabanon —su mujer, la modelo Yvonne Gallis, había fallecido algunos años antes— y repasaba su vida a través de fotografías en movimiento, realizadas por el autor, centrándose en los edificios religiosos de Ronchamp, La Tourette y Firminy Vert. La figura de la mujer, como traductora, escritora, arquitecta o diseñadora, está presente en todos los capítulos, a pesar de haber sido silenciada por los protagonistas para evitar sombras. En esta soledad introvertida, se unen la arquitectura, la literatura, la fotografía, la pintura y la música, hilvanadas por la poesía.