Cuando en el Perú parecen concretarse el fin de la crisis económica y de las dos décadas de violencia política, la estrategia de marca país, propuesta desde el propio Estado y desarrollada en asociación con consultoras globales de branding, ha adquirido un rol protagónico.
Mediante estas estrategias, centradas en narrativas y modelos de acción, se imagina la nación y se proponen ideales de ciudadanía. En este despliegue, la identidad visual de la marca ha sido validada y reproducida por numerosos ciudadanos de modo formal e informal, a la vez que intervenida desde una postura más crítica con el objetivo de evidenciar las fisuras de sus narrativas.
La marca es entonces a la vez una oportunidad para la realización de aspiraciones, y una arena de disputa. En este contexto, y ad portas del bicentenario de nuestra Independencia, resulta fundamental entender lo que está en juego para los distintos actores implicados en esta contienda, así como las potencialidades y límites de construir la ciudadanía y la nación como marca y a sus sujetos como “embajadores” de la misma.
En breve, el objetivo fundamental del libro es examinar, a través de una serie de estudios de caso y desde un enfoque interdisciplinario, la construcción contestada de un proyecto nacional desde las lógicas del mercado y capitalismo actual, como quizá la principal propuesta de narrativa nacional para las primeras décadas del siglo XXI.