Vicente Huidobro (1893–1948), considerado uno de los más grandes poetas chilenos, junto con Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Nicanor Parra y Pablo de Rokha; no sólo fue uno de los grandes animadores de las vanguardias europeas del siglo, sino uno de sus más importantes creadores, y su poema Altazor (Madrid, 1931), comparado por su importancia a La Tierra baldía, de Eliot, y a Anábasis, de S. J. Perse, es, sin duda, una de las cimas de la poesía castellana de este siglo. «Un poeta debe decir esas cosas que, si él no existiera, no habrían sido dichas por nadie. La cosa creada contra la cosa cantada. Hacer un poema como la naturaleza hace un árbol. La emoción debe nacer sólo de la virtud creadora».