En los Estados Unidos, la fuerte confianza en el derecho constitucional judicial se basa, en parte, en la edad, firmeza y brevedad de la constitución en sí misma. La Constitución de los Estados Unidos, a sus doscientos treinta y un años, es la más antigua de las constituciones sobrevivientes del mundo,66 y ha sido objeto de pocas enmiendas, bien distantes entre sí, en términos temporales67