A un barrio marginal de la ciudad de Cienfuegos se muda un matrimonio proveniente de Camagüey. El padre es un cristiano de la congregación del Santo Sacramento que descubre al poco tiempo de estar en la ciudad que Dios le ha dado una misión: construir un templo que supere todo lo visto en Cuba hasta ahora. En un barrio que es un hervidero de pasiones y conflictos, a los pies de la Catedral que se alza día a día en Cienfuegos, crece una generación signada por la violencia, la crueldad y el egoísmo más extremo, defectos que los personajes llevan consigo más allá de las fronteras del barrio, de la ciudad y de Cuba, como si no pudieran escapar de la sombra de la Catedral inconclusa y como si esta sombra estuviera maldita, nefasta. La novela se abre a una multiplicidad de voces que dialogan entre sí, se explican y se completan. Es una novela de arquitecturas, personajes, y narradores rotos, quebrados. Un reflejo de lo que queda cuando los sueños se agotan.