Son mil y una noches para mil y una treguas a la decapitación, son mil y una oportunidades de fascinar la venganza acordada. ¿Cómo? Desdoblando facetas narrativas: soy niña, soy mujer, soy ligera, graciosa, entretenida, sabia, ingenua, madre, prostituta, anecdótica, monjil, pasional, descriptiva, mística. Hasta la sinceridad de un examen de conciencia es un recurso eficaz, porque da pie a una serie de rectificaciones. Recurso, al fin y al cabo. Il y en a de tous les couleurs en este instinto de conservación esclavista.