e la perspectiva empresarial, las casas y las escuelas no son más que los lugares en los que se cría, se produce o se forma una fuerza de trabajo capacitada, pero desde la perspectiva humana, eso es una locura equiparable a construir un millón de robots para consumir la comida que mucha gente ya no puede permitirse comprar, o a advertir a los países africanos (como ha hecho el Banco Mundial más de una vez) de que deberían hacer algo más para controlar el VIH porque si se muere todo el mundo se producirán efectos adversos en la economía. Antes de la Revolución Industrial, como señaló Marx en una ocasión, parece que a nadie se le ocurrió jamás escribir un libro sobre cuáles serían las condiciones necesarias para crear el máximo nivel de riqueza global, pero sí hubo muchos libros sobre las condiciones necesarias para crear las mejores personas, es decir, cómo debería organizarse la sociedad para producir los mejores seres humanos, aquellos que a uno le gustaría tener a su alrededor como amigos, amantes, vecinos, parientes y conciudadanos. Esta es la clase de cuestión