Vemos los senderos del intelecto, pero no vemos los del amor; el intelecto no puede descubrir los senderos del amor, todo lo contrario, el intelecto con todas sus ramificaciones, sus deseos, ambiciones y esfuerzos debe cesar para que nazca el amor. ¿Se han dado cuenta de que cuando aman y cooperan no piensan en sí mismos? Esa es la forma más elevada de inteligencia, y no cuando aman a un ser superior o cuando tienen una buena posición, que no es otra cosa que miedo. Donde está el interés propio no puede haber amor, sólo actúa el proceso de explotación que nace del miedo. Así pues, el amor únicamente surge cuando la mente deja de intervenir, por eso uno debe comprender el proceso y la actividad total de la mente