Durante seis temporadas, el equipo de guionistas (en el que se encontraban Terence Winter y Matthew Weiner, futuros creadores de Boardwalk Empire y Mad Men respectivamente) se preocuparon por perfilar no solo a Tony Soprano, sino también a los secundarios, que formaban un grupo sólido, como una familia de la que el espectador también era parte cuando miraba la serie. El ritmo narrativo, más pausado que el de otras series de su época, permitió trabajar de forma realista las relaciones entre los personajes, sus deseos, miedos, inseguridades, etc. En el caso de Tony Soprano, había una parte que surgía de la biografía de David Chase, como la difícil relación que el capo tiene co