Podríamos acudir al aforismo: “Cuando veas huellas de pezuñas u oigas el golpeteo de cascos, busca caballos, no cebras”. El mensaje advierte a los médicos que la mayoría de los hallazgos clínicos pueden explicarse por enfermedades comunes. No obstante, los médicos deben comprender que las cebras también existen, y que las enfermedades raras, si no siempre, sí en ocasiones han de formar parte del mencionado diagnóstico diferencial. Pero, además, junto con las manifestaciones inusuales de los trastornos comunes o las enfermedades raras poco reconocidas, hay otra categoría de équido que cabe tener en cuenta: el unicornio