Una nueva crisis se extendió en el orbe en este siglo XXI. La pandemia del Covid-19 puso al descubierto los enormes rezagos de los sistemas de salud de las naciones frente a la creciente mortalidad de la población infectada. Entre el desastre sanitario global, las políticas gubernamentales de resiliencia afectaron las esferas de producción, consumo, inversión, gasto público y mercados financieros y emerge un capitalismo digital, transformando la naturaleza del trabajo encontró nuevas dimensiones al digitalizarse; la movilidad, las relaciones internacionales y la articulación de las cadenas de valor se transformaron. Robert Boyer expone un espléndido análisis de la respuesta de los distintos capitalismos frente a la Covid, que mostro la fragilidad humana. Boyer encuentra indispensable repensar las trayectorias que prosiguen las sociedades y propone un modelo de desarrollo antropogénico, donde la articulación de la educación, la cultura y el sistema de salud son cruciales para construir el bienestar de las sociedades.