A través de las ventanas de los muros de un monasterio afloran las palabras llenas de sabiduría y experiencia de Bernardo Olivera, monje de clausura.
Estas “sentencias”, “aforismos” o tal vez simples fragmentos en forma de gotas –según su autor— son para digerirlas intuyendo, despacio y poco a poco. Hay suficiente variedad para satisfacer gustos y necesidades diferentes, entre ellas aborda temas como la persona y la Divinidad, la pureza, la sonrisa, la educación, el ser varón y mujer, la cuarentena y la pandemia. Gotas de lluvia que tocan lo humano para hacer crecer lo divino.