Publicado inicialmente en 1971, Felicidad clandestina reúne narrativas de Clarice Lispector escritas durante diferentes momentos de su vida. Algunos de los textos poseen un fuerte trazo autobiográfico, otras son composiciones completamente alejadas de la vida cotidiana de la autora en los que se plantea dilemas existenciales al mismo tiempo que reflexiona sobre la infancia, la familia o la soledad.
Asegura Marcelo Cohen en su prólogo que Lispector escribió cuentos reñidos con la preceptiva. Argumentos pálidos, casi ningún trabajo de trama, desprecio por el suspenso, finales como puestas de sol en días nublados. Claro que hay un procedimiento poético detrás de la aparente indolencia. Consiste en despojar a la literatura de sus armas de persuasión más flagrantes, renunciar a las organizaciones genéricas y aflojar la estructura hasta el borde de lo amorfo para que en la escritura trasunte algo -la vida conociéndose a sí misma— que siempre parece quedar oculto bajo el empaque del edificio.