Jurek Walter es considerado uno de los asesinos en serie más peligrosos y mortales de la historia. La policía nunca ha podido resolver sus crímenes ni dar con sus víctimas. Pero cuando trece años después, el joven Mikael Kohler-Frost, una de las víctimas secuestradas por Walter y que ahora tiene 23 años, aparece una noche, gravemente desnutrido y desconcertado, caminando por unas vías de tren en plena nevada, el comisario Joona Linna y su equipo no dudan en retomar el caso decididos a darle máxima prioridad. Mikael afirma que su hermana, también secuestrada, sigue viva. Linna está ahora más convencido que nunca de que Walter ha contado siempre con un colaborador; pero en esos momentos se encuentra en un callejón sin salida. La única opción viable para desenmascarar al cómplice es que alguien hable directamente con el temible asesino. Pero éste no teme el dolor de las torturas y psicológicamente tiene una fortaleza de hierro, así que deciden infiltrar a la agente Saga Bauer en el módulo de seguridad del psiquiátrico con la misión de ganarse la confianza de Walter y descubrir la identidad de su sicario. El duelo entre la atractiva policía y el criminal será realmente escalofriante.